19-PARQUE DEL CARMEN (2ª parte)
Sobre la historia de este parque puedo decir que allá por los años 1950, ya se comentaba que el Ayuntamiento tenía la idea de hacer una avenida que comunicara con la Redonda de Miradores, pero los años pasaron y aquello no llegó. Mientras tanto al huerto se le iba complicando la existencia me explico:
Una tarde de la década ya expresada, yo estaba en casa con mi madre y de pronto sonó un gran estruendo, tanto que la casa donde vivíamos tembló como si hubiese ocurrido un terremoto, todos los vecinos salimos a la calle a ver qué es lo que había pasado y pudimos ver con estupor que un gran lienzo de muralla, que había frente a la Cuesta Aguirre, se había volcado. Ese gran muro no sólo dividió el haza de los frailes, sino que sus piedras cortaron la calle durante más de 40 años. En años posteriores, debido a las torrenciales lluvias, parte de los muros que daban a las calles Muralla de San Millán, Llana de San Millán y Cuesta de Santa Lucía, también se reventaron, dejando a esas vías incomunicadas, pues a duras penas podían pasar las personas.
Las casas de la acera de los números pares que expropió el Ayuntamiento, eran de, o las habitaron los siguientes vecinos:
La número 2, era la más grande, pues tenía cantina con tinajas para el vino que hacía su dueño, también tenía otras cantinas que servían de cuadras, un pozo y un gran corral con árboles frutales que llegaba hasta la casa número diez. Su propietario era Gabriel Barbero apodado “Ahorcaborricas”, pero él no vivió nunca allí, lo tenía alquilado a particulares,
- uno era José el cabrero, apodado “Pellejo", y su mujer Encarnación, mujer muy dicharachera.
- También vivían en otras dependencias Luis Rodríguez Latorre, su esposa Manuela González Ruiz y sus hijos Antonio, Juana, Luisa, Cristóbal “el Bobi” y Luis, la mayoría de estos trabajaban en el Cortijo de la Peñuela. De Luisa recuerdo que un día, estaba sentada con el novio en la puerta de la calle y yo jugaba en solitario a las bolas alrededor de ellos cuando de pronto cayeron del tejado dos serpientes enroscadas, el salto de los tres fue mayúsculo, pero yo avisé a mi cuñado Gabriel “el Carbonero” y este vino con un palo y las mató.
- En otras habitaciones vivía una familia de sabioteños y luego una señora llamada Catalina “la Herrera” que tenía varias hijas.
- En otra vivienda, que tenía la entrada por el corral, vivió Eufemia, la hija del dueño,
- cuando ella marchó la ocupó la pareja de recién casados Luciano Vilchez Nieto, el de la Calera de Madre de Dios, y su bella esposa Blanca.
- Después vivió mi prima Encarnación Juan con su hijo Juan Jiménez Juan, que se casó con Isabel, la vecina de la casa de enfrente, hermana de Juana “la Modista”.
- Los últimos que habitaron esta casa fueron Francisco Navarrete Toral, su esposa Isabel Olmedilla Molina con sus hijos Alfonso, Antonia, Francisco, María y Beli.
La casa número 4 era la de mis padres, era pequeña pero tenía tres dormitorios, dos comedores, portal, cocina, cuarto de pila, baño y terraza. Aquí habitaron mientras vivimos en el Cortijo de los Calares, de Villacarrillo, mi prima Luisa, que estaba recién casada; luego vivió su madre, que era mi tía Elena; después mi tía Rosa; luego Juana y Rodrigo, unos recién casados que se marcharon a Barcelona; después nuestra prima Encarnación con su hijo hasta que se fueron a la casa nº 2 y seguidamente una señora, que se separó del marido, que era el portero del Matadero Municipal, y vivió en casa hasta que se fue a Barcelona.
En la número 6 vivía Josefa Soriano Fernández, la viuda de Juan María Moreno Guerrero “el Folle”, dueña en gran parte del solar de ese nombre que había frente a su casa, después vivieron dos de sus hijos, luego vivió Juana “la Mergui” con su marido e hijos y después moró una familia cordobesa.
En el número 8 vivía Antoñica Torralba Gil, viuda de Manuel Martínez, con sus hijos Rodrgo y Manolo. Rodrigo se hizo una casa en el solar y Manolo se fue a vivir con su esposa e hijos a Valencia. También vivía su hermana Trinidad viuda de Marcelo Ramos Barceló que tenía cuatro hijos: Andrés, Manolo, Antoñita y Maruja, esta última cuando se parceló el solar que he referido, compró una parcela y su esposo construyó una casa donde aún vive.
La casa número 10 era de Lorenza Ortega de Dios, esta tenía un hijo que trabajaba en correos y durante un tiempo dio clases por la noche a algunos niños, también vivieron allí los abuelos de Baltasar Raya Moral, después una señora llamada Pascuala con su esposo e hijos. A estos le siguieron una señora llamada María con dos hijas y un hijo y después una pareja compuesta de Maribel y Antonio, que era sevillano.
La casa número 12, como ya dije, era más reciente, pues se construyó para Francisco y Francisca los hortelanos del Huerto del Carmen, estos se la vendieron al matrimonio Luis Carmona Leiva y Alfonsa Cabrera Díaz.
Puede que esporádicamente vivieran más personas en estas casas pero yo no lo recuerdo.
En la foto se ven el torreón, la casa nº 2 y la nº 4 antes de su reforma, pues el corralillo se suprimió para adaptarlo a vivienda.
En la segunda se apercibe el torreón y las cinco casas antes de construir los hortelanos la sexta.
Sigue…..
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