25-EL PALACIO DEL OBISPO CANASTERO



En el nº 204 de la Revista Gavellar y en el número 122 de la Revista Ibiut publiqué un extenso y documentado trabajo sobre quien fue el fundador del Palacio del Obispo Canastero y el porqué de los dos bellísimos relieves que se exhiben en la fachada. Pero para no cansar al lector sólo contaré parte de ese trabajo.


El palacio edificado por el canónigo de la colegial ubetense don Gil de Ortega y Sotomayor



El relieve de la izquierda de la fachada representa el sello de la Iglesia de Santa María de Úbeda y es idéntico al de la Catedral de Jaén, por concesión que hizo a nuestra iglesia el obispo don Alonso Suárez de la Fuente del Sauce en 1508. En él se ve el templo de aquella ciudad resaltado de la imagen de Nuestra Señora de la Asunción, que fue la advocación a la que sometieron ambas iglesias. La imagen, como el edificio, se halla sobre un dragón y debajo de todo ello se encuentra la muralla de la ciudad de Jaén.


El otro relieve representa a San Julián, obispo de Cuenca y patrón de aquella ciudad, del cual doy una breve biografía. Nació en Burgos el año 1123, en el seno de una familia acomodada. Se dice que en su bautismo se apareció un ángel que, portando una mitra y un báculo, decía: "Julián a de llamarse". Muy joven ingresó en la Universidad de Palencia, donde se doctoró en Sagrada Teología y en 1195 fue nombrado segundo obispo de Cuenca. Si nos fijamos en los elementos del relieve apreciaremos al obispo con dos canastas a sus pies y otra confeccionándola en su falda, encima hallamos un cáliz que simboliza el escudo de la ciudad de Cuenca, la estrella representa la festividad de la epifanía, que fue el día en que esta ciudad fue conquistada por el rey Alfonso VIII en 1177. El ángel con báculo, mitra y cartela representa al que se apareció el día de su bautismo diciendo “Julián ha de llamarse”




Refiriéndome al escudo diré que está soportado por dos guerreros y el mismo está timbrado con un manto sostenido por las manos y la argolla que pende del cuello de un esclavo, lo cual forma el conjunto más bello de todos los escudos de la ciudad.



Termino mi estudio haciendo una descripción de cómo la figura de del santo fue decapitada:
Al iniciarse la guerra civil de 1936, los edificios religiosos y algunos palacios fueron utilizados como cárceles, almacenes, garajes u oficinas. Al convento de los Padres Carmelitas se destinó para sede del Sindicato de la CNT. Un día del mes de septiembre un grupo de milicianos armados salió de estas dependencias en busca de Millán López Ruiz, conocido por el apodo del "El Polizón", le esperaron en el torreón de la Puerta de Losal, y cuando apareció junto a un tal Lindes, le echaron el alto, pero éste en vez de pararse emprendió la huida calle arriba, entonces aquellos le dispararon hiriéndole levemente, por lo que él siguió hasta refugiarse en este palacio, propiedad por entonces de don Lázaro del Moral, allí de escondió en la cama del propietario.
Los perseguidores, siguieron el rastro de sangre y viendo que se encontraba allá, se apostaron en los balcones y ventanas de enfrente y escalaron los tejados de las casas vecinas, y voceando, le instaban a que se entregara. Al verse perdido, salió a la calle y puño en alto, emprendió de nuevo la huida al grito de "Compañeros, libertad", pero su fuga fue atajada al dispararle sus perseguidores a la cabeza, haciéndole saltar la masa encefálica, que se estampó en la encalada fachada de la casa de al lado, propiedad de Manuel Ruiz Salido "Pancharra". Fue durante esta refriega cuando otro miliciano disparó a la cabeza de Obispo Canastero, la cual cayó al suelo, siendo por varios días juguete de los niños de la calle.

La casa con la manilla en donde fue muerto “el Polizón”



Me contó Juan Ruiz Moreno "Pancharra" que tres días antes de este triste suceso pasaba su padre cerca de la Fuente de la Saludeja con una mula cargada de gavillas de trigo, un niño se acercó a la bestia y le arrancó parte de una gavilla, el dueño cogió al joven y recriminándole su acción, le quitó lo sustraído y lo soltó. El Polizón que desde cerca presenciaba lo sucedido, armado con un fusil le dijo: "Pancharra”, menos mal que no le ha pegado al chiquillo, que si le das, te vuelo la sesera". Pero poco podía figurarse este desgraciado que tres días después se la iban a volar a él en la puerta del amenazado. Y es que este personaje era un elemento de cuidado, pues de él cuentan los periódicos de la época que antes de la guerra fue protagonista, entre otros muchos delitos del siguiente suceso.
Siendo "amigo" de una señora de alegre vida llamada "la Garavita", un día la llevó al caracol de una viña, situada por encima de Fuente de la Alameda y cuando esta dormía, el "gachón" la asesinó, aplastándole la cabeza con una piedra; después la echó sobre una cepa y allí la dejó en vergonzosa posición y vista. Seguidamente se dirigió a la casa de ella que estaba situada en el Alcázar, para robarle su corto caudal, pero al ser sorprendido por un hijo de la asesinada, éste cogió al niño y lo arrojó al pozo. Quiso la casualidad o el destino que la criatura saliera indemne del atentado y allí quedó en silencio hasta ser descubierto al otro día por las vecinas. Este doble acto criminal le costó ir a presidio y allí permaneció hasta ser amnistiado con motivo del triunfo electoral del Frente Popular de febrero de 1936.
He querido saber el motivo por el que los de la CNT " actuaron trágicamente, pero no hay unanimidad entre los informantes. Su viuda dice que era muy aficionado al juego y que discutió violentamente en el casino varias veces con un dirigente político local, por lo que éste aprovechó la mínima para eliminarle. Otros dicen que fue por ir a avisar a Heredero, el dueño de la fundición, de que le iban a detener, cobrando por aquel chivatazo cierta cantidad. Y otro me dijo que fue porque quería matar al Líndez que le acompañaba. Sea cual fuese el motivo, seguro que éste debió ser por algo a medida de su condición.


Y aquí doy por concluido este trabajo. El que quiera saber más noticias de esta calle puede leerel trabajo de Juan Ramón Martínez Elvira titulado: Calle del Losal, publicado en la Revista Gavellar, nº 157 y 158.

Hornacina de Santa Ana que edificó don Lázaro del Moral dedicada a su madre que se llamaba Ana.


Juan Gabriel Barranco Delgado
Úbeda, Reino de Jaén a 15 de Marzo de 2019

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