29-EL BARRIO DE SAN MILLÁN (2ª parte)

 En este barrio se edificó uno de los más importantes conventos de la ciudad como fue el de la Merced, el cual dio cabida en su templo a las imágenes y cofradías de la de la Virgen de las Angustias y a la de la Virgen de la Soledad; de la cual diré, sin miedo a equivocarme, que es las más popular de la ciudad.

Asimismo este barrio tuvo dos hornacinas una con la imagen de Santa Lucía en el arco de este nombre y otra con la imagen del Santo Cristo de la Muralla en la puerta de la ciudad que había al final de la calle Valencia.
También hubo junto a la Iglesia de San Millán un emparedamiento. Los emparedamientos eran un lugar en el que residían mujeres que querían hacer una vida de recogimiento y retiro sin profesar en ninguna orden monástica. Estos lugares de oración solía haberlos en casi todas las parroquias de Úbeda, se establecían junto a las iglesias, y tenían un balcón que daba al altar mayor para, desde allí, oír misa sin salir del emparedamiento.
Un bien del que disfrutó este barrio es el de un hospital, pues se sabe que en 1585 funcionaba uno, del cual desconocemos cuando dejó de prestar sus servicios.
Otra cosa que le dio fama y esplendor a esta collación y que aún perdura, es la alfarería. Industria que se cree ya explotaban los árabes y que, una vez expulsados, fue seguida por los cristianos y que dio y da a Úbeda mucho nombre por su bello vidriado.
Como hemos visto en este barrio no era todo malo y, si la pobreza y la pequeña delincuencia estuvo arraigada en buena parte de su población, hemos de decir que esos males no era una exclusiva de este barrio, pues también se daba en otros lugares de la ciudad, que todos los mayores conocemos y que por respeto no voy a mencionar.
También repetiré que en este barrio no todo el mundo era igual y que esas personas que delinquían no lo hacían por deporte, sino por extrema necesidad. Hoy, gracias al progreso que ha sufrido la ciudad, tanto el barrio como sus habitantes en nada se diferencian de los del resto de la población.

Por último diré que yo nací en la calle Muralla de San Millán, y al ser mi casa expropiada para hacer el Parque del Carmen, me mudé a la calle Fuente Seca. Pues bien, ambas calles pertenecen a esta antigua parroquia, o sea que soy sanmillanero, de lo cual me siento orgulloso.

Termino adjuntando la estupenda canción que le dedicó a las capacheras don Juan Peñas Bellón y también la que brindó al barrio el poeta Alfonso López Muela con música del maestro don Emilio Sánchez Plaza.








Por último diré que aunque este barrio nunca ha habido grandes ni medianos comercios, sí ha tenido bares que llegaron a ser muy conocidos. El primero que recuerdo estuvo en la calle Llana de San Millán, nº 23. Este llegó a tener tal fama que en el programa de feria de 1945 venía un anuncio que decía: ¡ARRUZA, ha prometido visitar a su llegada a Úbeda, a Antonio León Reyes “el Rubio”, que sirve el mejor vino que se vende en Andalucía!




calle Llana de San Millán



Más tarde Francisco Yerpes puso una taberna al inicio de la Cuesta de Santa Lucía, que luego traspasó a Ramón Correro Orcera “Chorobo” y su esposa María Poveda Ruíz, los cuales la regentaron desde 1974 hasta 1985.

Bar de Chorobo


Otra famosa taberna fue la que abrió en 1969 en la calle Horno de San Millán, nº 5, Juan José Moya Mora “el Quirri”, que tuvo abierta 20 años, en la que servía con gracia y buen humor unos excelentes aperitivos.

Después en la Cuesta del Carmen, Cristóbal Ruíz Méndez junto con su esposa Magdalena Lorite Expósito abrieron en 1981 el “Mesón el Tropezón”, que llegó a tener tal fama que toda la juventud ubetense pasó en masa por él.


Cuesta del Carmen con el Mesón el Tropezón


A esta le siguió un bar que montó el año 1982 Carlos Delgado Ramírez “el de la ONCE” en la calle Particiones, al que llamó “Bar el Minero”. Actualmente sólo hay el de la Asociación de Vecinos.

Juan Gabriel Barranco Delgado
Úbeda, Reino de Jaén a 6 de abril del año 2019

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