47-LA CALLE GRAN VÍA DE ÚBEDA
Me decía mi amigo el gran poeta sonetista Pepe Vico Hidalgo: “Juan, tu que tanto ratoneas sobre Úbeda a ver si te enteras cual es la calle que llamaban la Gran Vía”. Yo por satisfacerlo recurrí a Juan Ramón Martínez Elvira, que es el que más conoce del callejero ubetense, pero este me dijo que ese nombre lo desconocía. Y así quedó la cosa hasta que un día que buscando otro dato me apareció por casualidad la dichosa calle. A.H.M.Ú. Carpeta de Amillaramiento L cuadernillo L M ficha de López Román, Manuel.
Yo pensaba que esa vía se iba a referir a la calle Real, pero no, esa calle de tan pomposo nombre era el antónimo, o sea lo contrario, de la recién inaugurada vía madrileña. En esta de Úbeda no había grandes y bellos edificios modernistas como sucedía en Madrid y sí habría muchas cagadas y meadas.
Fue por ese motivo por lo que el pueblo llano bautizó irónicamente y con burla a la calle Jerquía Alta como la Gran Vía. Y es que al concurrir tanto personal a la plaza de Toledo (hoy Plaza de Andalucía) y no haber retretes públicos, la gente se desahogaba en esta escondida calle. También se lo cuajaban en la calle del Obispo Puerto y por esta razón fue conocida entonces como Callejón de las Mierdas.
Y ya que estoy situado en la calle Jerquía Alta, voy a referir lo que encontré en el archivo histórico de Úbeda referente a una familia que vivió en esa penosa vía pública.
En 1873 vivía un matrimonio de la vecina población de Baeza llamados Francisco Colón Cepeda e Isabel Gámez, éstos tenían una criada llamada María Leal Sánchez, natural de Úbeda, la cual murió con 33 años y en su testamento declaraba que era soltera y que, de una persona a la cual no venía al caso nombrar, tenía tres hijos que los estaban criando sus señores como si fueran propios de ellos, es por lo que pide a sus hijos que al apellido de ella antepongan el de Colón para de ese modo recuerden los beneficios que desde que nacieron habían recibido de ellos.
El señor Colón y su esposa, nueve años después también hicieron su testamento y dijeron, que como no tenían descendientes ni ascendientes algunos declaraban a estos niños herederos de todos sus bienes.
¿De quién eran esos niños? Pues que cada cual piense lo que quiera.
Juan Gabriel Barranco Delgado
Úbeda, Reino de Jaén a 27 de junio del año 2019
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