53-ANTIGUOS LÍOS DE FALDAS (1ª parte)
Esto lo publiqué en el año 2005 en la revista Ibiut, nº 139.
Ya son muchos los años que se vienen editando revistas de las llamadas del corazón, en las cuales nuestras féminas pueden ver las infidelidades, embarazos, bautizos, comuniones, noviazgos, bodas y divorcios de las personas famosas y sus allegados, tanto españolas como extranjeras.
Y si ese mundo pasaba años atrás algo inadvertido para los varones, no podemos decir ahora lo mismo, porque desde que a las distintas cadenas de televisión les dio por emitir programas de ese contenido, los hombres, queramos o no, también estamos al loro de esos eventos. Luego, hablando con otras personas sobre los temas más chocantes que hemos visto, llegamos a la conclusión de que estamos en unos tiempos degenerativos de la moral y de las buenas costumbres.
Pero a los que nos gusta leer historia nos damos cuenta que los pecados por infidelidad o sexuales no son sólo exclusiva de esta época, sino que en tiempos pasados también los hubo.
Recordemos que San Albino y San Federico condenaron públicamente a los señores que tenían prácticas sexuales con sus hijas. También Santa Dimna, hija de un rey de Irlanda, huyó a Bélgica para librarse del acoso sexual al que la tenía sometida su padre. Y el Patriarca de Constantinopla San Ignacio negó la comunión al Emperador Bardas porque este tenía relaciones incestuosas con su hija. (1)
Ciñéndome a Úbeda, nuestros mayores me cuentan que en los años de su juventud era raro el señor que no tenía querida, y nos dan pelos y señales de esos señores, de sus amantes y de las casas que les tenían montadas. También cuentan casos de clérigos, monjas y hasta de gente incestuosa. Pero como eso está en la mente de casi todo el mundo, pues no voy ahora a hablar de esos casos, sino de otros más ruidosos que se dieron en nuestra ciudad en siglos pasados o fuera de aquí por gentes de Úbeda o descendientes de ella.
El primero que voy a referir es el caso de don Jorge Afán de Rivera y Zambrana, este noble ubetense casó con doña Gracia de los Ríos, la cual no le dio hijos. Pero no sabemos si por afán de tener descendencia o por puro galanteo, tuvo tres hijos bastardos con una humilde joven de Torreperogil llamada Ana Gómez Montesinos, hijos que luego legitimó el rey Felipe III en orden dada en el Pardo el 6 de diciembre de 1600.
Estos tres hijos llegaron a ser unos grandes militares de los que Úbeda puede estar orgullosa, pues el primero Alonso Afán de Rivera y Zambrana fue capitán en la guerra de Flandes, Maestre de Campo, Caballero de la Orden de Santiago, Gobernador y Capitán General de Tucumán y finalmente Capitán General de Chile. El segundo Jorge Afán de Rivera y Zambrana fue Capitán de los Reales Ejércitos. Y el tercero Juan Afán de Rivera y Zambrana fue Consejero de Guerra de su Majestad y Capitán General de Canarias. Este fue el fundador de la casa n° 4 de la calle Gradas. (2)
Hubo en Úbeda un clérigo con el cargo de arcediano llamado don Alonso Martínez de Mírez, que además de ejercer de juez ordinario en el Arciprestazgo de Úbeda, también dedicaba buena parte de su tiempo al sexo bello. Prueba de ello es que de los amores con la joven y noble jiennense doña María de Mendoza y Novoa tuvo un hijo. Pero no paró aquí el romanceo de este religioso, pues residiendo en Baeza conoció a "una mujer de buen cuerpo, esbelta y delgada" llamada Montesina de Ballesteros, la cual se llevó a Jaén y de los escarceos amorosos que tuvo con ella le nacieron un hijo y dos hijas. Los dos hijos varones le fueron reconocidos por el rey don Fernando el Católico el 16 de Octubre de 1489, en el sitio de Baza. Parece ser que un descendiente de don Alonso fue el que construyó la casa de la calle del Pintor Orbaneja, n° 6. (3)
En la familia de los Orozco ubetenses sucedieron los siguientes casos: El Licenciado don Pedro de Orozco, primero de este linaje que llegó a Úbeda (1473), tuvo un solo hijo varón llamado don Rodrigo de Orozco Messía el cual casó con doña Francisca de Aranda, la cual no le dio hijos, pero bien por querer tener descendientes o porque fuera muy aficionado al sexo, el caso es que tuvo dos hijos y dos hijas con una prima suya llamada Luisa de Padilla y con otra amante más, llamada María de Ribera, tuvo otra hija. (4)
Hasta el domingo..........
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