53-ANTIGUOS LÍOS DE FALDAS (y 3ª parte)
Existe un hecho no conocido en la literatura de Úbeda que sucedió a otra joven ubetense del mismo linaje y nombre que la anterior, el cual merece ser publicado por lo insólito del caso. Se trata de doña Mencía Dávalos y Merino, hija de don Pedro Dávalos y Segura y doña Francisca Merino y Aranda. Resulta que esta familia trasladó su residencia a la ciudad de Cabra (Córdoba), pues al parecer entró al servicio de don Francisco Fernández de Córdoba Cardona y Requesens, VIII Duque de Sessa.
Este ilustre señor a pesar de estar casado se enamoró apasionadamente de doña Mencía a la cual requería insistentemente, pero la pureza e integridad de nuestra paisana hicieron infructuosos todos los requerimientos amorosos del duque. Pero una vez que este enviudó, se casó con ella en secreto. Enterado a los pocos días el padre del duque de este matrimonio, los separó violentamente. Doña Mencía ante aquella desagradable situación entabló pleito matrimonial con el duque, y aunque perdió el litigio y aquel matrimonio fue declarado nulo, nunca quiso dejar de usar el título de Duquesa de Sessa. Doña Mencía resignada por perder al hombre que tantos años había amado optó por entrar en el monasterio de Dominicas de la Rambla (Córdoba), donde falleció en 1679. Se dice que allí vivió con gran prudencia haciendo vida de verdadera religiosa. Como fruto de aquella efímera vida matrimonial doña Mencía tuvo una hija, la cual ingresó en el convento de religiosas Capuchinas de Córdoba. El enclaustrarse fue un modo muy frecuente en pasados tiempos de quitarse de en medio y no ser molestas a personajes tan principales. (10)
El siguiente caso es de total fidelidad y amor al servicio de su dueña. Cuenta Argote de Molina que no pudiendo apresar el rey don Pedro el Cruel, a don Juán Alonso de Guzmán y Ossorio, su contrario en la batalla de Nájera, llegó a Sevilla y prendió a la madre de éste, doña Urraca Osorio y la hizo quemar en la Alameda. Y como al habérsele quemado la ropa dejó las piernas al descubierto, su criada Isabel de Dávalos, doncella natural de Úbeda, se arrojó al fuego para cubrírselas muriendo de ese modo con su dueña. (11)
El ilustre baezano don Manuel de Benavides y Bazán, I Marqués de Jabalquinto, casó con doña Catalina Sandoval y Rojas, la cual le dio dos hijos; fallecida doña Catalina volvió a casarse con su propia sobrina doña Juana de la Cueva y Guzmán, y tuvo otro hijo, y con una joven amante de la nobleza ubetense, llamada doña Francisca Galiano y Osorio, tuvo a don Juan de Benavides y Ossorio. Este hijo ubetense llegó a ser Caballero de la Orden de Santiago y Capitán General de la Flota Española, oficio que aprendió de su tío el Marqués de Santa Cruz. Pero tuvo mala suerte, pues cuando venía de América con una flota cargada de perlas, piedras preciosas, lingotes de oro y plata, monedas, materias colorantes, sedas, cueros y maderas, le salió al encuentro el pirata holandés Piet Heyn, que le robó todo y le quemó los trece barcos. Enterado de este descalabro el rey don Felipe IV, mandó que lo encarcelaran y después para dar ejemplo le mandó degollar públicamente en una plaza de Sevilla el año 1633. (12)
El siguiente caso lo he dejado para lo último por creer que es el más conocido e importante: Se trata de nuestro ilustre paisano don Beltrán de la Cueva y Mercado, al cual los nobles de la corte le acusaron de tener relaciones con la reina doña Juana de Avis, esposa del rey don Enrique IV, y por tanto ser el padre de la princesa Juana a la cual apodaron la Beltraneja. Cierto o no el caso es que aquello costó luchas entre los bandos de la nobleza, una guerra con Portugal y la pérdida por parte de la princesa Juana de la corona de Castilla, pues los nobles nombraron reina a su tía doña Isabel la Católica, y a ella la ingresaron en el convento de clarisas de Coimbra donde murió el año 1530. (13)
LLAMADAS:
(1) Veissid, Jacques. Sepa a qué santo encomendarse, pág. 221.
(2) Toral Peñaranda, Enrique. Los Ribera ubetenses. B.I.E.G. n° 132, pág. 13.
(3) Toral Peñaranda, Enrique: De la pequeña historia de Jaén, pág. 65.
(4) Toral Peñaranda, Enrique. Úbeda (1442-1510), pág. 413.
(5) Molina Hipólito, José: Guía de Úbeda, pág. 43.
(6) Toral, Enrique. Arquellada, Juan de. Sumario de proezas... pág. 33.
(7) Toral Peñaranda, Enrique. Jaén y el Condestable... pág. 174.
(8) Toral Peñaranda, Enrique: Revista Ibiut, nº 54 pág. 2.
(9) Cazaban Laguna, Alfredo: Don Lope de Sosa, año 1918 pág. 362.
(10) Salazar y Castro, Luis. Casa de Lara, tomo III pág. 633.
(11) Argote de Molina, Gonzalo. Nobleza de Andalucía, capitulo CXII.
(12) Barranco Delgado, Juan G: Revista Gavellar, nº 264.
(13) Barranco Delgado, Juan G: Revista Gavellar, nº 17.
Adela Barranco, qué buena idea has tenido y que homenaje más bonito para tu padre.
ResponderEliminarMuchas gracias! El trabajo que mi padre ha hecho durante tanto tiempo tiene que estar bien recopilado y accesible, y esta es la mejor manera.
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