56-EL PALACIO DE LOS CONDES DE GAVIA
Ya que en los dos escritos anteriores he hablado de Ángela Losada Fernández de Liencres, ahora quiero contar algo del palacio en donde esta joven estuvo viviendo y sufrió su cautiverio.
En nuestra ciudad si se excava en el subsuelo de cualquier construcción del barrio antiguo, el arqueólogo se puede encontrar lo más inesperado. Y eso es lo que ha sucedido con este edificio, que al desaparecer casi toda su estructura interior, han hecho excavaciones arqueológicas y han aparecido, capiteles mozárabes, minado de agua, un escudo de los Chirino-Messía de la Cerda, amén de otros testigos interesantes de otras épocas.
Este edificio está construido en parte de lo que fue la casa solar de la familia de los Chirino, el cual tras poseerlo durante 332 años,
fue vendido el 23-12-1842 al Marqués del Donadío y éste, al parecer, derribó lo que allí hubiera y aprovechando las piedras del viejo edificio, construyó el que hasta hace poco hemos conocido y del que sólo queda la fachada. Una vez terminado, el Marqués del Donadío, lo entregó a su hija Ángela Fernández de Liencres y Carvajal para que residiera con su esposo don Pedro Losada Quiroga y Gutiérrez de los Ríos, X Conde de Gavia y VII Conde de Valdelagrana. Después los herederos de éstos lo vendieron a Buenaventura Lara Navarrete y éste, según vemos en el libro de Actas Municipales de la sesión de 17-3-1926, lo vendió al Ayuntamiento en esa fecha.
Esta casa no crea el lector que era cualquier cosa, pues por su extensión debía de haber pertenecido a un personaje moro de alto rango. Según se lee en las escrituras, esa casa tenía su fachada principal por la calle Narváez y se extendía por la plaza de Santa Clara hasta llegar al callejón del horno del mismo nombre, por el sur hasta llegaba a la calle Corazón de Jesús y por el poniente con la calle Narváez, lo que indica que ocupaba más de la mitad de la manzana y en ella tendrían jardines, un huerto y demás construcciones auxiliares, y que yo sepa, un molino aceitero. Luego, tras la abolición de los mayorazgos y señoríos en 1836, éste gran espacio se fue vendiendo a trozos y quedó lo que ahora podemos presenciar, que no es poco, pues además de la enorme vivienda había dos patios que la Guardia Civil rotuló con los nombres de Patio de la Virgen del Pilar y Jardín Patio de los Náufragos.
Me sabe muy mal escribir lo que voy a decir, pero el enorme atropello que ha sufrido nuestra Ciudad con la pérdida de este palacio me llena de rabia y coraje. Y como el agravio ha sido tan grande no puedo dejar de manifestarlo para que mis paisanos se enteren si es que no lo saben ya y vean la clase de partidos políticos y asociaciones culturales que hemos tenido en la ciudad, pues en treinta años de abandono nadie ha dicho ni pío para salvar este monumento, que se estaba desmoronando poco a poco.
Y ahora, cuando nos lamentamos nos dicen, que es culpa de la Dirección General de la Guardia Civil; otros que la culpa es de la Junta de Andalucía; otros que del alcalde tal, y otros que la empresa demoledora. El caso es que, entre todos la mataron y ella sola se murió. Cosa incomprensible, pues no se puede admitir en una ciudad que está declarada Patrimonio Mundial de la Humanidad, se deje perder un palacio ni otras edificaciones menores.
Ahora tengo que decir que el nuevo equipo de gobierno que preside la alcaldesa Antonia Olivares, ha sabido coger el toro por los cuernos y ha atajado el deterioro del mismo, pues ha creado un aparcamiento provisional y se puede presenciar lo poco que queda del palacio. Pero en fin, así son los políticos, unos entran a gobernar y hacen lo que saben y otros van a poner trabas y zancadillas cuando su misión debe ser vigilar lo que hace el contrario y sugerirle cosas que sean acuciantes para la población. Esperemos que este monumento sea el último que se pierda y no se deje desaparecer otros que están en el mismo estado, véase: Tenería de Cotrina, Ermita de San Bartolomé, muralla del Parque del Carmen, ábside de San Juan Evangelista, etc.
A continuación expongo fotos de antes y después de la fachada y del patio de columnas, otras con algunos elementos encontrados en la demolición, un azulejito, un capitel, un escudo, seis capiteles apilados junto a la escalera, entrada a los sótanos, vista del callejón desde una ventana y las placas de los patios.
Juan Gabriel Barranco Delgado
Úbeda, Reino de Jaén a 17 de agosto del año 2019
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