57-NUESTRO PERDIDO PATRIMONIO ARTÍSTICO (y 2ª parte)
Siguiendo con la lista de las cosas perdidas de nuestro patrimonio me toca ahora en esta segunda parte hablar de las iglesias, palacios, casas solariegas, y otras cosas perdidas, veamos:
La guerra civil para nuestro patrimonio fue caótica, pues se perdieron retablos, imágenes y varios archivos parroquiales, amén de las iglesias de San Lorenzo y Santo Domingo, que quedaron cerradas al culto por su gran deterioro. Actualmente gracias a la escuela taller y a los hermanos Berlanga Martínez, se ha atajado la destrucción de ambas.
Otro edificio histórico del que se ha parado su gran deterioro y expolio es la Ermita de Madre de Dios del Campo, pues actualmente están haciendo obras para convertirla en complejo hotelero.
En tocante a palacios y casas solariegas desaparecidas o cambiadas de lugar recuerdo las siguientes.
Por los años veinte del siglo pasado se desmontó y trasladó a la calle Lope de Rueda de Sevilla, la fachada plateresca de la Casa de los Aranda, llamada también de “la Teda”, que había en la calle Compañía Nº 11.
Otra casa desaparecida y muy añorada por los ubetenses fue el palacete del siglo XIX que la familia Saro tenía en la calle Rastro el cual fue desmontado y trasladado según dicen unos a Florida y otros a Marbella.
Otra interesante portada cambiada de su lugar de origen es la que hay situada entre los juzgados y la puerta de la Consolada en la iglesia de Santa María, la cual procede de la Plaza de San Lorenzo, nº 16. Esta casa según nos cuenta el investigador Juan Ramón Martínez Elvira, pertenecía al capitán don Lorenzo de Medina, hermano del fundador de la otra casa blasonada de la misma plaza, el capitán don Luis de Medina, y que por un atranque entre el dueño y el Ayuntamiento está a punto de perderse, vean la foto que adjunto.
Ahora paso a relatar las casas con patio de columnas que han desaparecido de nuestra zona monumental: Casa de los Padilla en la calle de su nombre cuyos arcos blasonados se hayan en la Plaza Vázquez de Molina, nº 7. Casa de la calle Muñoz Garnica, nº 6, desapareciendo con ella la reja policromada más artística que había en la ciudad. Casa de la calle Beltrán de la Cueva, nº 20. En la calle Obispo Cuevas, la que había en el actual edificio de la Telefónica y en la misma calle la que ocupaba el nº 7, propia del linaje de los Redondo de la Torre. Otra con bellos arcos mudéjares en calle Real, nº 12. La casa de doña Rosa Izpízua Ortega-Cabrío en la plaza de López Almagro. La de la calle de las Parras, nº 3. La de la Casa del Postigo, nº 5.
También hay que lamentar que se hayan perdido espléndidas casas solariegas de patios de columnas para construir pisos dejando sólo la parte mejor de su fachada, de este tipo tenemos la Casa de los Salvajes.
La de la calle Cervantes, nº 14. Otra en la calle de las Parras, nº 16. Otra en la calle San Nicolás, nº 5. Otra en la calle Corredera, nº 5. Y en calle Cronista Cazaban, nº 1.
Además de lo relatado tengo que decir que nuestras calles del casco histórico, se han estropeado y quitado su encanto con la instalación de esperpénticos cierres de balcones y con la construcción de casas con fachadas modernas que no encajan con el entorno.
Y lo grave del asunto es que todas esas aberraciones y atropellos a nuestro patrimonio monumental realizados a lo largo de 100 años a han sido con consentimiento del propio Ayuntamiento y algunos atropellos incluso ordenados por él.
Así sucedió en la calle Homenaje, nº 4, que derrumbó un interesante edificio medieval con arco de medio punto y escudos heráldicos.
También mandó asolar en la calle los Redondos dos casas, una con modillones mudéjares y otra con portada renacentista, basándose en que ofrecían ruina. De las tres se perdieron todos los elementos de interés que poseían sus fachadas.
Pero no acaban aquí el expolio de nuestro consistorio a la Ciudad pues acordémonos que destruyó el Paseo de la Coronada para construir sobre el mismo el actual Mercado de Abastos. Igualmente destrozó y anuló el Paseo de la Explanada para construir sobre el mismo el Instituto de Bachillerato San Juan de la Cruz.
Y no digamos ya el atropello que cometió al construir los aparcamientos de la desértica Plaza de Andalucía. O cuando construyen miradores para ver nuestro espectacular paisaje y lo inutilizan plantando delante árboles que anulan la visión, o restauran la muralla y la cubren con árboles para que no se vea. Como si no hubiese en nuestro término cien caminos desiertos donde plantarlos
.
No quiero dejar de mencionar los vandálicos destrozos que la Junta de Andalucía ha cometido en nuestra ciudad. Lo primero fue el mamotrético, costoso y peligroso cubrimiento del patio del antiguo Convento de la Victoria, ahora inservible y también el conjunto de hierros que montaron a su entrada al que el pueblo llamó El Patíbulo.
Otra canallesca infamia cometida por este organismo oficial fue el gran desastre cometido en el edificio de los juzgados en su última intervención.
Y puestos a referir destrozos de la Junta ahí está el cometido en el Palacio de Anguís Medinilla, que han destrozado el salón noble para hacer unas oficinas que se podían haber hecho sin haber destrozado lo que había.
Y si es en urbanismo tenemos el moderno edificio de la calle Valencia esquina a Juan XXIII o el de la Casa de la Alberca en la Cuesta Peraleda donde han construido una horrible fachada y la original que tiene bellos símbolos religiosos la han camuflado en el zaguán.
Acabo ya con este lamentable y escueto relato deseando que nuestros ediles venideros sean cada vez más concienciados, cultos y sensibilizados con nuestro patrimonio. Así sea.
Para facilitar a los lectores la identificación de las fotos a partir de ahora irán con el nombre del edificio representado.
Juan Gabriel Barranco Delgado
Úbeda, Reino de Jaén a 25 de agosto del año 2019.
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